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una escritora en las nubes

¿Qué es escribir?

Llenar páginas de letras que se convierten en palabras y frases con sentido. Querer que las palabras llenen los huecos de tu vida, esponjándola. Tener la esperanza de que también llenen los vacíos de otros.

Creer que el amor puede atraparse y fijarse en un papel, para siempre. Que las palabras te harán revivir ese beso, esa caricia. Regalar cuentos y poesías a tus seres queridos.

Saber que se puede luchar contra el aburrimiento. Que allí donde haya un libro, habrá una aventura, imaginaria o del conocimiento.

Llevar siempre una libreta en el bolsillo, por si se te ocurre algo. El pensamiento escribe sin cesar y si no estás preparado, la inspiración se pierde entre los pliegues del cerebro.

Vivir con los ojos abiertos y atrapando tus sentimientos y los de otros. Las ostras no escriben libros. Fabrican perlas contra el aburrimiento. Un escritor no puede ser siempre una ostra, solo lo es en determinado momento de la creación. Primero vive como una esponja que absorbe todo lo que hay a su alrededor. Después se convierte en ostra solitaria, aislada en su concha, para poder escribir esa historia que necesita del contacto más íntimo consigo mismo. La perla es esa historia terminada, más o menos redonda, que brilla cada vez que la lees y que cuanto más pules y repules, más brilla. Si además consigue que brille a los ojos de los demás, el escritor es un ser muy afortunado.

 

¿Y escribir para niños?

No es muy diferente. Quizá hay un poco más de libertad en la parte imaginaria. Ellos te permiten acercarte a las estrellas, a los dragones, a la ilusión, al absurdo. Hay quien dice que es difícil escribir para niños. Quizá es que ya no se acuerdan de cuando eran niños. ¿Ponerse a su nivel? No sé que se ponerse a su nivel. Solo tengo una receta para escribir para niños: es fundamental que consiga divertirme con lo que escribo. Que disfrute con ello, que me lo pase bien. Lo mejor es conseguir su risa. Es encantador ver a un niño que lee y se está riendo. No hay sensación más deliciosa, si además has escrito tú el libro te sientes muy orgulloso.

El objetivo de un libro para niños es matar el aburrimiento. Si no lo consigue, preferirá irse a matar marcianos, a ver los dibujos de la tele, o a jugar con sus cochecitos. Por eso, cuidado con los tostones... También es el objetivo de un libro para adultos. Pero hay adultos capaces de tragarse un ladrillo y que no se indigestan por ello, así que se pueden escribir ladrillos para adultos y conseguir lectores. Los niños, sin embargo no se tragan ladrillos. Jamás.

Por lo demás hay que dejar salir del baúl de los juguetes todos nuestros cachivaches que más amábamos en la infancia y revolverlos y juntarlos con princesas, monstruos y dragones... Y niños. Niños protagonistas. Los niños no se sienten protagonistas nunca excepto en los libros. Siempre tienen que obedecer a los mayores, nunca cuentan demasiado. Pero en los libros corren aventuras, deciden, son más listos que los adultos, se burlan de ellos, son libres.

Niños. Sí, disfruto escribiendo para niños.

1 comentario

Nicolás -

¿Qué es escribir? Supongo que leerse a uno mismo y a lo que le rodea a uno...