Blogia
una escritora en las nubes

Morirse después de vivir

Acabo de leer una cita de Albert Camus que me han enviado:

 

"El otoño es una segunda primavera, donde cada hoja es una flor."

Albert Camus (1913-1960), escritor y filósofo francés.

Encantadora cita otoñal para estos días. Pero me ha hecho recordar que Camus murió muy joven (1913-1960), ¡¡¡a los 47 años!!! Joven y pensante y consciente. Aunque habría que morir así sin sufrir ni hacer sufrir nuestra vejez a los demás, más tarde desde luego, a los 47 años aún quedan muchas experiencias por vivir. Pero cuando ya tienes todo hecho, ¿para qué quieres seguir viviendo? Cuando los hijos son ya mayores y tienen sus vidas resueltas y quizá has conocido también a sus nietos... ¿Para qué más? Pero en realidad siempre es pronto para morirnos, ¿no es cierto? ¿Quién es capaz de decir ya no tengo nada qué hacer en este mundo? ¿Quién dice adiós a todo esto, quién se hace a la idea de un mundo sin él mismo contemplándolo? Simplemente ver el sol que sale cada día o las hojas como flores del otoño son motivos para vivir. Si no hay demasiadas lacras de vejez y enfermedad que nos amarguen la vida. Si hay conciencia e independencia física, libertad de movimientos, ¿quién quiere dejar este mundo si no está desesperado?

Y si miras a los viejos con sus achaques, esos que se aferran a la vida con uñas y dientes aunque estén hechos un guiñapo que no puede ni moverse, ¿por qué ellos tampoco querrán morirse?

2 comentarios

nubes -

Y parece que hay quien está ansioso esperando esa entrada en el blog...